Desafío X-Trillo (un adelanto)


Resulta patético empezar otra crónica diciendo “el domingo corrimos un maratón”. Nos hemos acostumbrado tanto a recorrer distancias que parecian imposibles y realizar proezas quiméricas para la gente "normal", que cualquier cosa que no pase de la famosa distancia o tenga un desnivel que roce el cielo, nos parece baladí. 



Deberíamos valorarnos más a nosotros mismos. Somos gentes normales haciendo cosas increíbles. Yo, que no tengo abuela sé lo que valgo. Y sé lo que supone hacer un maratón un domingo de enero a bajo cero y sin el entrenamiento especifico. Y por eso me valoro y valoro a mis compañeros de partida. 

                    Unos campeones y una campeona.








Pues eso.

El domingo corrimos un maratón, de montaña, en Trillo.

Cuatro villanos en la de 42km (Javí, Miguel, David y José)  y una villana en la de 18km (Rosa), más nuestro dual compañero Mata que en esta ocasión hizo el maratón con los colores de su otro club, que no es nocturno, ni tiene alevosia. 


Decir aquí en público lo bien que me lo paso con estos tíos, los chascarrillos de antes en el viaje en coche a Trillo, y las anécdotas de después a nuestra vuelta a Villanueva. INSUPERABLE.



Toda la dificultad orográfica positiva te la plantean en los primeros 17 kilómetros, que incluye una subida por la calle más larga y empinada de Trillo que engancha al camino hacia Las Tetas de Viana que ya te pone en tu sitio. La subida a la única teta de la susodicha Viana que tiene acceso (por unas escaleras no mecánicas) a su cima. Una bajada técnica y un par de subidas de las que elevan las pulsaciones.

Desde ese punto hasta la meta en Trillo son 25 kilómetros por los meandros a orillas del rio Tajo, con sus idas y venidas, sus falsos llanos y la incertidumbre de abrigarse (EL TERMÓMETRO LLEGÓ A MARCAR 8 BAJO CERO) en las sombras y despelotarse al sol (DONDE EL ESFUERZO TE HACIA SUDAR). Un sendero final fácil de correr, sin dificultad técnica, que no confundir con la dificultad kilométrica. Al final no deja de ser la suma para un un maratón, con sus casi 1000 metros de desnivel.




Un maratón siempre es un maratón, y suele ser abogado, testigo, juez y carcelero de tú minutero.  










Aquí dejo las fotos y la clasificación a modo de adelanto. A la espera de la gran crónica que está preparando Miguel Ángel Rozas Rodríguez (estoy impaciente).

MATA QUEDO TERCERO DE SU CATEGORÍA





ROSA SEGUNDA MUJER Y PRIMERA DE SU CATEGORIA


1 comentario:

Miguel Ángel R. dijo...

Intentaré que la crónica esté a la altura del "adelanto", pero no será fácil.

Y estoy totalmente de acuerdo contigo en lo de que a veces las carreras son una excusa para disfrutar de los viajes y momentos de antes y de después con los compañer@s.

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