Triatlón de Guadalajara: Campeonato de España de Media Distancia

Crónica de Dave




Cuando se dio a conocer que el campeonato de España de media distancia de triatlón se disputaba en Guadalajara, lo tuve claro, yo tenía que estar ahí. Pero disputarlo no era fácil, al ser Mayo necesitaría comprarme traje de neopreno y además obligaban a estar federado para poder inscribirse, en fin, entre unas cosas y otras, tendría que dejarme un riñón para poder correr, este campeonato de España, en mi ciudad.

Además la prueba sería solo un mes después del maratón de Madrid y tuve dudas de cómo podría estar en esas fechas, pero como siempre, nos liamos la manta a la cabeza y nos aventuramos a estos retos, pensando que uno puede con todo.

El maratón me dejó muy tocado físicamente, cualquier intento por correr desde entonces me producía dolor y me dejaba cojo, cuando me quedaba frio, por lo que en este mes entre una prueba y otra, me dediqué principalmente a nadar y a hacer bici, corriendo solo en las carreras que ya estaba apuntado y a veces ni siquiera eso.

En esta situación, sumado a otras problemas personales que he vivido en las últimas semanas, me hicieron presentarme a la prueba con muchas dudas, pensando incluso, si era prudente disputar una prueba tan exigente, en las condiciones que estaba, pero intente olvidarme de todo y simplemente disfrutar de esta experiencia, porque un campeonato de España, en tu ciudad, quizás nunca más lo volviera a vivir.

Llegué bastante temprano a Guadalajara, aparqué mi coche cerca de la zona donde se disputaría el segmento de carrera y cogi mi dorsal. Todo esto del triatlón es siempre un poco complicado, tienes que ir dejando cosas en diferentes sitios, sin olvidarte de nada, porque ya no volverás allí hasta el momento de la competición, menos mal que siempre tengo a Edu al lado, en estas cosas, y se convierte más que un compañero en un ángel de la guardia, que te ayuda, te recuerda, te recomienda. 




De Guada, me fui con mi hermano a Pareja, dejé la bici, las zapatillas de bici en el box, hice el último repaso que no se me olvidaba nada y ya solo disponía de la ropa de cambio y lo que necesitaba para nadar, el mono, el neopreno, las gafas, el gorro,… si parecía que lo llevaba todo, y que había dejado cada cosa en su sitio.

Como la natación empezaba a las 14h, comimos sobre las 12:30, estaba nervioso, con ese cosquilleo interior de las grandes citas. Y entre fotos, risas, comentarios, nervios, la visita de Romo, palabras con unos, despedidas, reencuentros, más nervios, llegó el momento de la salida.

Dejé que se fueran yendo los ansiosos de mi grupo de salida, los atletas de grupos de edad entre 20 y 34 años, antes habían salido la elite tanto masculina como femenina y el grupo de paratriatlón. A Edu, todavía le quedaría unos minutos para salir. 


En el agua, nunca sabes si el ritmo es el adecuado o no, pero me sentí cómodo, sin embargo entre la primera y la segunda bolla, me doy cuenta que me estoy desviando demasiado de la estela del resto de nadadores y  en lo que rectifico ya me estaban alcanzando los primeros de la siguiente tanda que había salido 4 minutos más tarde y no mucho después me comienzan a pasar algún gorro que había salido aún después, por un momento pienso, madre mia, pues si que voy nadando lento…cuando salgo del agua y miró el reloj, me llevo una gran alegría al salir en 39 minutos, 5 menos que el año pasado. Me quitó el neopreno sin demasiadas complicaciones, me secó, me pongo las calas de la bici y empiezo el segundo tramo de mi aventura.

El segmento de bici es muy exigentes, con 90km y más de 1000 metros de subida, en 4 repechos repartidos, siendo el más exigente el primero de Budia, pero siendo los más duros los dos últimos antes y después de Lupiana, al llegar muy juntos entre ellos y en la parte final del recorrido.

La verdad es que disfruté muchísimo con la bici,  había tanta gente compitiendo, tanta gente animando en los pueblos o en los cruces de las carreteras, realmente fue una experiencia fabulosa. Además según pasaban los kilómetros, seguía llevando una media cercana a los 30km/h por lo que eso me reforzaba anímicamente. 


Cuando llegué a Guadalajara, temía que mi familia no estuviera aun esperándome, porque iba a llegar mucho antes de lo previsto, pero cuando les veo a lo lejos, se me pone la piel de gallina, estaba feliz, mucho y me iba a poner a correr con una renta de unos 25 minutos sobre mi marca del año anterior.

Y entonces empieza la carrera, este debería ser mi segmento, pero era consciente que no lo había entrenado y que podría pasar factura. Como ya dije el año pasado, cuando empiezas a correr y tienes 21km por delante, llegas más agotado que en la media maratón de un maratón, sin tanto desgaste articular, pero si más cansado, por lo que nunca sabes lo que te puedes encontrar, además el recorrido no iba a ser fácil, 4 vueltas en la que apenas se llaneaba, es Guadalajara ya sabemos lo que hay.

Los primeros metros, tienes esa típica sensación de correr como un pato y en la primera subidita me doy cuenta que esto se me va a hacer muy largo, porque tengo las piernas totalmente acolchadas y bastante cargado en general, sinceramente pensaba que en nada que me fuera acostumbrando a la carrera me iría encontrando algo mejor, pero no fue así y tras llegar al “Infantado” girar y comenzar a subir por toda la calle mayor, tengo que parar e ir unos metros andando, ritual que se repetiría cada una de las cuatro vueltas y así se fueron sumando más trozos del recorrido de ir andando, siempre en subida, porque algo dentro de mí, no me dejaba exigirme lo más mínimo, no sé si por miedo a sentir dolor y revivir lo que había pasado en el maratón o simplemente por agotamiento.

El caso, que una vez que asimilé que no “sabía” correr más rápido, comencé a disfrutar del ambiente que había en Guadalajara, realmente increíble, solo he sentido estar tan arropado así, en la Behobia, no solo estaba mi familia repartida por distintos puntos, también mis compañeros de club Ángel y Miguel, amigos, conocidos de otros clubes y un sinfín de gente que te va conociendo de las carreras y que me animaban de una manera extraordinaria incluso por mi nombre. La verdad es que guardo un recuerdo magnifico de la parte de carrera, aunque mi actuación no fuera la mejor.

En un par de vueltas me crucé con Edu, que tío más grande, hace un mes había hecho el maratón de Madrid como yo y entre medias se había cascado la gran aventura de los Picos de Europa con sus 55km y todas adversidades que tuvieron, y allí estaba como siempre. Sin palabras.




Esta media maratón del triatlón de Guadalajara, ha sido la más lenta que he hecho en mi vida, más incluso de antes llegar a este club. Sin embargo, es de la que más orgulloso estuve al cruzar la meta, alzando los brazos con lágrimas en los ojos. Feliz, por llegar a la meta, en mi ciudad, con mi gente, en un campeonato de España.
Puesto Cª Nombre NATACIONBICICORRERNETO
68David Garcia Serrano 0:39:383:07:012:11:396:05:49
7Eduardo Lozano Valverde 0:41:143:24:142:13:456:27:55

1 comentario:

Edu dijo...

Ánimo Dave, que merecía la pena. Vaya nivel que hubo, de organización, participantes, público y un recorrido exigente a más no poder.

En ocasiones terminar tiene su plus, y te hace seguir.

Recupera que has hecho una gran temporada.

Un abrazo

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