II QUEDADA PRE-MAPOMA EN MADRID (Cuando veas pasar al villan@ caminito de la maratón..)

DOMINGO 19 DE FEBRERO



7:30, nada más arrancar el coche suena el teléfono:


ERBASI ¿Dónde sus habéis metió pájaros?.


“Tranqui Basi que ya llego.”


Recojo a Basi y Manuel y nos ponemos rumbo a Madrid pasando antes por Azuqueca para completar la caravana Villana. En la Puerta de Alcalá nos esperan Jaime y Edu, nos preparamos, sin dorsal y sin chip, que gustazo, solo venimos a correr con los amigos.


Propuesta; SEGUNDA PARTE DEL MARATON.


21 Km. Y 11 amigos, con más o menos experiencia en la distancia.


Montse Agudo, Bea López, Rebeca, Carlos Serrano, Carlos Rubio, Edu, Manuel Briones, Basilio, Jaime padre, Roberto y José.


Que gustazo da correr por Madrid sin aglomeraciones, con las calles prácticamente vacías y sin tráfico, cruzándote solo con “runners y trasnochados”. Merece la pena madrugar.


Edu, el más veterano del grupo nos guía en el recorte que nos hace atravesar la Puerta del Sol, la calle Mayor, los jardines de Palacio, la Cuesta San Vicente, total 3.500 metros para llegar a Príncipe Pio (un recorte que alguno apunto en su libreta de ruta), nuestro punto de partida. Ese día en abril llegaremos con 25 kilómetros en las piernas, ayer frescos giramos a la derecha para entrar en la Casa de Campo.


Este tramo de carrera es prácticamente llano o en subida. No olvidar este detalle cuando lelgue el gran día.


La Casa de Campo es lugar de cita de los corredores madrileños, pulmón verde de la ciudad, etc... Pero un auténtico martirio en el Maratón de Madrid. Son 7 kilómetros desangelados y duros. Pero que ayer, entre chistes sobre los recortes de Erbasi y las cuentas de la lechera disfrutamos enormemente. En mi opinión, ese domingo de abril, aquí es cuando TE LA JUEGAS. La primera parte hasta el final del Paseo de los Castaños es intrínsecamente dura por ser en ligera subida. La segunda parte también lo es, aun teniendo algún pequeño tramo en ligera bajada, por la acumulación de kilómetros. El final en las inmediaciones de la estación de Metro de Lago suele estar muy concurrido de público, lo cual es de agradecer dado que el giro a la derecha de salida hacia el Paseo de Extremadura arranca con una cuesta corta pero muy empinada. Recuerdo perfectamente que el año pasado había tres villanas animando, este año alguna de ellas correrá el maratón. Pero a buen seguro que tendremos alguna cara conocida para darnos el aliento necesario.


Se deja la Casa de Campo, con sus cotorras, grullas, los calambres del presi y los guacamayos, en la que, como bien decían Los Refrescos, no hay playa.


Una vez en el Paseo de Extremadura, una pequeña bajada para llegar al Paseo de la Ermita del Santo, paralelo al Río Manzanares. Pasamos por delante del Centro Comercial de la Ermita del Santo,


Al final del Paseo de la Ermita, este será el kilómetro 34 en el día D y ya estará vigilándonos el señor del mazo de cerca, damos su giro a la izquierda para coger el Puente y vislumbrar el MAJESTUOSO Calderón. Zona entrañable, pero es difícil que incluso los CORREDORES POPULARES Atléticos como yo disfruten este momento en plena carrera. Si bien ayer yo me santigüe al pasar delante y tararee el glorioso himno colchonero del frente “vamos, vamos Atleti, te sigo a todas partes yo te quiero…”, lo normal es que con la paliza que el día D llevas en las piernas y la mente te queden pocas ganas de cantar GOL.


Se gira a la izquierda para callejear hacia la calle Segovia. Un giro a la derecha nos lleva a un tramo “matador”. Corto, en paralelo al Parque de Atenas, muy empinado. Estaríamos llegando al kilómetro 36. El Paseo Imperial en subida ligera pero constante, dejando a la derecha los solares de la antigua fábrica de cervezas Mahou.


A continuación, cogiendo algún tramo por el Pasillo Verde llano o, incluso, en ligera bajada, falsos llanos. Pero volviendo a subir de forma constante por las amplias calles del Paseo de las Acacias y la Ronda de Valencia.


Ese día se hace eterno, son rectas largas en las que se ve la perspectiva de los cientos de metros que quedan por delante (ALGUNOS SEÑALAN CON EL DEDO DICIENDO “ALLÍ ESTA LA META”), estamos llegando a Atocha, dejando al lado los puestos de El Rastro que se apelotonan Ribera Curtidores arriba. (Aquí recuerdo que trabaje durante 16 años de mi vida). Esto es Lavapiés, un entrañable barrio de Madrid.






El Museo Reina Sofía. Y llegados a Atocha, un remate excepcionalmente duro, tras pasar por delante de la Estación del AVE y del Monumento del 11-M se gira a la izquierda para coger la calle Alfonso XII. Un tramo inicial muy empinado hasta la puerta de entrada del Ángel Caído de El Retiro y luego una subida ligera pero constante hasta la Puerta de Alcalá. Subidas, especialmente la primera, que no se perciben bien en un día como el de ayer que vas ligero, pero que con 40.000 metros encima hay que echar el resto, aquí sacas lo mejor y lo peor de ti. Después de una eterna recta finalmente giras a la derecha por O’Donnell, y entras en el Paseo de Coches. …EL ARBOL DE LOS VILLANOS Y LA META.


Ayer no hubo camiseta técnica en la bolsa del corredor, pero si un esplendido desayuno en la mejor compañía frente a la Puerta de Alcalá. Viendo a la gente bajando en oleadas hacia Sol para manifestarse contra la reforma laboral, con pancartas en las manos. Yo también saque mi pancarta, que rezaba “MENOS CARRERAS Y MAS QUEDADAS”.


 Mira que me gusta Madrid. Tengo la sensación de que cada vez que corro por estas calles vuelvo a nacer, vuelvo a tener un alma nueva, que no deja de ser la de siempre, pero que de la fusión de mis pies con estas avenidas surge siempre una nueva vida formada por esas dos almas que se hacen uno.


Buscando año tras año, a finales de abril, durante una eternidad esas calles, renazco de nuevo, tal vez convertido en un maratoniano loco, amigo de todos, enemigo de todos. Recuerdo cada metro recorrido, pero no recuerdo si realmente quiero recordar todas las veces que lo he corrido. Creo que tampoco recuerdo si aun creo en esto del MARATON o si el MARATÓN creó mi personaje de corredor popular, uno de tantos. Tan solo recuerdo que necesito hablar con mis amigos y amigas de él, tal vez para no olvidarlo, tal vez para correrlo. No sé si lo necesito o él me necesita a mí. Pero lo he corrido tantas millones de veces, reales o ficticias, que no me cabe duda LO VOLVERE A HACER.




Ayer lo mejor y de largo como siempre la compañía.


Al dejar a Erbasi en el 18 de la calle Calderón de la Barca de Villanueva me pregunto ¿Cuántos puntos me he llevado hoy calvito?


Le dije “los sueños, sueños son”.




LAS FOTOS:

7 comentarios:

Jesús dijo...

CAPRINOSSSS!!!! me alegro que disfrutarais... yo no pude así que lo haré en directo el día D

Edu dijo...

Que bien ha quedado el post.

Si es la parte más bonita, y llegamos sobradísimos.

Estando puestas las calles, lo demás lo añadimos nosotros.

Edu dijo...

¿ Basi se habrá inscrito ya ?, no?

nati dijo...

Que chulada de entrenamiento se ve Madrid precioso , y vosotros que bien lo pasais, el próximo año me apunto a esta quedada ......

EL TIO DEL MAZO dijo...

Da gusto hacer este tipo de tiradas. Lo malo es que te hace estar todavia mas impaciente, esperando a que llegue el k 42. Un marco incomparble, una compañia inmejorable y un desayuno de lujo en plena puerta de Alcala. Se puede pedir mas????
De Madrid......al cielo.

monse dijo...

Una mañana estupenda, en compañia de gente mas estupenda aun.La tosta con aceitito y tomate de maravilla y una cantante...... vamos que Jose no necesitaba radio en el coche llevabamos aRebecotorra FM. Espero pasarmelo igual de bien el dia D, con todos vosotros( aunque sufriendo un poquito mas).

PRONADOR ERRANTE dijo...

La verdad es que estuvo muy bien. En cuanto al post pues la verdad es que me ha quitado casi dos horas de sueño hacerlo, ya sabes Edu, quien algo quiere algo le cuesta.

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