Botellón en la Pedriza.


Es lo que pensarías al ver a unos “chavales” con el maletero del coche levantado, la neverita y las bolsas en el suelo. Pero, nuestro caso, era completamente diferente. Nos intentábamos recuperar de una durísima carrera con casi 20 km de continuo sube y baja y un desnivel acumulado de 2.500 m.
Pepe, demostrando su experiencia en este terreno,  había tenido la previsión de traerse el isotónico fresquito, que es como mejor se asimila. Sobre todo el de la marca Mahou.


4 horas antes estábamos así de felices y confiados. David porque repetía después de la experiencia de la semana anterior en el Yelmo, Pepe que es un dominador de las técnicas de altura, “¡ si hace falta rapelar llevo la cuerda !”, Tomás decidido a vengar su infortunio del año pasado y yo dispuesto a todo, venga una más.

Desde la salida sientes que es diferente a una carrera de asfalto. Hay otros clubs,  otros sponsors, el estilo y características de la equipación de los corredores también cambia. Mochilas, bastones, zapas para roca, porque conviene ir protegido, quieras o no alguna piñada te pegas es inevitable. El granito, las ramas de los sabinares todo es agresivo y al terminar, cuando te limpias un la mugre del camino, descubres raspones y heridas por todas partes.


Aunque la organización limita el cupo máximo de participantes, en esta unos 350, lo estrecho del camino hace difícil avanzar en los primeros km’s. Se sube en fila pero a buen ritmo. Ya en la mitad del primer repecho hacia el Yelmo los 3 Villanos me sacaban unos cuantos metros. No hay tregua.
Antes de empezar Pepe estaba un poco nervioso y dudaba de cómo iba a terminar. En las primeras cuestas debió encontrarse en su medio natural, “¡ Total, que son 2.000 m ¡” pensaría y subió a todo gas.
   
Tan complicado como subir es bajar.  Y mucho más complicado todavía es bajar sin pegarte un revolcón. Puedes tropezar con cualquier obstáculo, contando con que el llevas detrás no se te suba encima. En este tercio no solo es cuestión de fuerza, también hay que echarle valor.


En el paso por la cueva se forma un poco de atasco. Este año quizá somos demasiados o es que los corredores toman muchas precauciones.


Unos puestos por delante distingo a Tomás, me comenta que acaba de ver David y Pepe cruzar por el desfiladero.
Se pasa el pulgar por los labios, como el del anuncio de  “Martini”. Me temo que hoy no se va a dejar coger.
Parece que está pensando  “si me quieres pillar lo llevas claro, chaval”. 


Lo de cruzar por la cueva mola. El tema es que con las mochilas y los camels algunos se quedan un poco atrancados y esto retiene la carrera. Por eso había tanta cola. Se pueden distinguir marcas de sangre de los raspones que se hace el personal y es que la roca es como lija. “¿Por qué no me habré traído los guantes y las rodilleras ?”, llegas a pensar. Bueno es solo un momento.
El que va delante mía me dice que se está agobiando y que le da cosa pasar. Venga vamos, no lo pienses y tira con lo que nos ha costado llegar hasta aquí. 


“Las Torres ”  es el borde norte de la Pedriza, precioso pero demoledor. Te parece que ya has terminado de subir y todavía te queda un rato de crestear hasta que las rodeas. Es lo que peor se me da. En este punto termino totalmente agotado. También debe influir la altitud.
Me quedaría un rato sentado contemplando lo bonito del paisaje pero, …. hay que continuar. A los que van delante ya estoy seguro de que no les alcanzo porque me deben llevar mucha ventaja. 


Cuesta abajo recuperas el ritmo. Vuelvo a correr y si subiendo me he fundido los cuadriceps y los gemelos ahora le toca el turno a los abductores y tobillos intentando frenar. El caso es que lo trabajas todo, brazos, hombros. Muy completo.  
 

En la meta nos reencontramos. David ha terminado en 3h:38’, poniendo el turbo en la parte final y sacando unos minutos a Pepe que para el crono en 3.:48, tremendos los dos, llevan un rato esperando y están tan frescos. Tomás ha hecho 4:06 manejando muy bien el final. Cerrando el grupo me he presentado en meta en 4:11, con buen ritmo al final pero con lo justo para llegar.

Una carrera preciosa pero exigente a tope.  ¿Dónde está el isotónico verde ese?

332  Llegados a meta


TODAS LAS FOTOS:
  

Edu

7 comentarios:

Unknown dijo...

enorabuena a todos, os salisteis.

Carlos dijo...

Enhorabuena!!, se nota que lo pasásteis bien en esta aventura a lo Equipo A.

Sois cuatro como ellos, ¿quién es quién?

Saludos,

PRONADOR ERRANTE dijo...

Como me gusta que disfruteis con este tipo de carreras.
La araña ya ha caido, Edu y Tomás ya empiezan a ser clasicos en ellas, y Pepe nacio allí...

Enhorabuena.

El reportaje Edu como siempre, se sale.

Miguelito dijo...

no sabeis lo que eche de menos no poder correr con vosotros, enhorabuena a los cuatro y el proximo año ya no se me escapa, y mas sabiendo que al final de la carrera hay yonkilata.

La sufrida cámara dijo...

Jodias piedras.

LA PEDRIZA dijo...

MADRE MIA NO ME LO PUEDO CREER EL DOMINGO VINIERON A PISOTEARME LOS DEL ATLETISMO VILLANUEVA,QUE GANAS TENIA DE CONOCERLOS PORQUE ME HAN DICHO QUE SON MUYY MAJOS.UFF AUN TENGO EL RECUERDO DE SUS PISADAS,POR FAVOR QUE NO LLUEVA AUN, PARA QUE NO SE BORREN.

ESTOY FELIZ VENIR TODOS EL AÑO QUE VIENE OS ESPERO!!!!!1

MOON dijo...

!!ENHORABUENA A TODOS¡¡,
QUE BUENA PINTA TENIA,
ADEMÁS DE MUY DURO.
!!LAS FOTOS Y LA CRONICA COJONUDOS¡¡,
TIENE QUE SER ALUUCINAANTEE..

!!!!!ARRRIBAAA EL BOTELLOOOOOONN¡¡¡¡¡

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