El hombre que nunca desfallece.





100 kilómetros en 24 horas.

Tomás Rivilla.


Pudiera parecer sencillo. Simplemente porque él lo es, sencillo, o porque como lleva 40 maratones en su historial y una decena de ultra maratones como bagaje. Pero todo cuesta, toda requiere esfuerzo y constancia.


Tomás:

Esta carrera no la hice para hacer MMP, ni siquiera la prepare y desde el maratón de Madrid prácticamente no he entrenado.
Simplemente la hice para demostarme a mi mismo que las cosas que dependen de mí solo, soy capaz de hacerlas. Por muy difíciles que sean o puedan parecer.
No por los kilómetros o por el clima, simplemente por las circunstancias de la vida, esta ha sido la carrera más dura a la que me he tenido que enfrentar. Ya que ha sido una lucha constante entre lo que sentía en mi cabeza y lo que sufría en mi cuerpo. Calambres, pequeñas contracturas provocadas por la acumulación del acido láctico que se me acumulaba en los glúteos e isquios. Llego un momento que era como si tuviese clavos desde la cadera hasta el pie y se me hundían en la carne cada vez más al pisar en el suelo, cuando aún me quedaban miles de pisadas.
Me planteé dejarlo, no había pensamiento que apartase de mi el dolor que estaba sufriendo. Pero si abandono, es un fracaso. Por lo que no existe la marcha atrás. Cada paso que daba era un doloroso paso hacia el “éxito” personal.
Por el kilómetro 92 quise darme una vuelta más de tuerca y corrí 2 kilómetros, que convirtieron el sufrimiento en agonía. Y vi cara a cara el límite. Mi límite.
Cuando cruce la línea de meta fue la primera vez que no sentí ningún tipo de sentimiento. Sabía que aquello era la vida misma. Que unas veces te acaricia con suavidad y otras veces te golpea con tanta fuerza que no puedes levantarte, dejándote KO sobre la lona del mundo.

Y la vida no te espera, no se detiene en el buen ni en el mal momento, sigue adelante…

Tiempo realizado:  18 horas 12 minutos y unos cuantos segundos.


105 km según mis datos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Tanto esfuerzo merece una felicitación enorme!!!!
Me causa gran admiración poder superar el físico y concentrarse en no tirar la toalla, enhorabuena!!!
Carmen.

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